Eso no depende de los guías de turistas, sino de los rayos del Sol. Las alas de las mariposas son paneles solares como ya lo señalamos.
En las altas montañas las condiciones atmosféricas cambian rápidamente. Hay momentos cuando las nubes se condensan de un momento a otro y el cielo que era azul brillante, se convierte en gris oscuro… o a la inversa: a veces uno empieza a caminar desde las áreas de estacionamiento de vehículos y todo se mira terriblemente nublado, triste y desesperanzador. Se camina con el espíritu por los suelos. Y justo antes de llegar a las colonias de mariposas, el cielo se despeja y un cuento de fantasía aparece frente a sus ojos, como milagrosamente. Y eso sucede con una extraordinaria frecuencia. Por ello, es mejor ir allá arriba con la idea de encontrarlas como son, natural y lógicamente mariposas hibernando, durmiendo, acurrucadas bajo las nubes que tapan el sol. Y si deciden despertar por un instante para usted, considérese afortunado por haber echado una mirada al cielo.
