Sí, hay ocasiones cuando las mariposas bajan por miles hacia donde se encuentra la gente subiendo para ir a verlas, por el lado de los estacionamientos de carros, o incluso más abajo. Pero hay ocasiones cuando en lugar de bajar por ese lado de la montaña, bajan por una otra ladera opuesta, en cuyo caso usted deberá subir irremediablemente si quiere verlas. ¿Por qué bajan? Bueno ellas descienden un poco por la montaña, si hay buenas condiciones climatológicas y luego, poco después de mediodía regresan a el área del bosque donde dormían. ¿Pero por qué? Esa es una cosa grandiosa que ya usted descubrirá in situ ¿Qué las hace volar en una u otra dirección, dentro del gigantesco santuario? Vientos, temperatura, humedad y otros factores naturales combinados. ¿Podemos predecir su comportamiento con uno o dos días de anticipación? No definitivamente, al menos con la experiencia y conocimientos actuales. Algo importante de recordar, como visitante que ya ha ido antes a verlas, es que su anterior experiencia con las mariposas no fue más que un instante de un complejo proceso que toma meses de desarrollo y que en su segunda visita (o tercera o cuarta, etc) no verá usted necesariamente lo mismo que en la primera. Por tanto, recomendamos ir allá arriba con la mente abierta: tal vez esta ocasión las mariposas podrían jugar una estrategia diferente y usted podría verse forzado a cambiar la suya propia.
Cuando fuimos al área de Rosario, no recuerdo haber caminado mucho, un poco tal vez cuando recién llegamos al área. Traíamos a una mujer de edad avanzada que decidió quedarse abajo sentada en una banca, mientras subíamos, pero ella vio toneladas de ma
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