El Programa de Pueblos Mágicos es liderado por la Secretaría de Turismo de México, y existe una amplia serie de criterios que deben seguirse para obtener este estatus. Los pueblos deben conservar su belleza natural, riqueza cultural, tradiciones, folclore, relevancia histórica, gastronomía, artesanías, eventos religiosos y arquitectura, todo bajo la supervisión de la UNESCO.
No es una tarea fácil mantener el nombramiento de Pueblo Mágico, ya que requiere mucho trabajo por parte de los ayuntamientos y de los propios habitantes del pueblo. Los restaurantes, hoteles y residentes locales deben conocer su propia historia y lo que hace que su pueblo sea Mágico.